«La ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, nos convocó a colaborar y eso es un gran avance. Nunca antes nos han escuchado así, desde hace mucho tiempo. Tenemos buenas referencias de su paso por el área vivienda de la Municipalidad de Rosario. Y creemos que sumado al empuje que Mario Cafiero y su directorio le están dando al Inaes podemos cambiar las cosas. Cuando no hay recursos suficientes hay que ser creativos y eficientes. Las cooperativas siempre están, no se van en momentos de crisis. Nos convocan y tenemos proyectos listos.
Hay que hacer sustentable el sistema, que se forme una bola de nieve con los recursos que todos ponen y que sean reinvertidos, y que a su vez las familias puedan pagar un precio justo. En tiempos de inflación como estos las cuotas deben acompañar a los costos de construcción y al salario, no a índices financieros que lo único que valoran es el dinero y no el trabajo. Basta de especulación. Si tratamos a la vivienda como un simple negocio inmobiliario y financiero, cometeremos los mismos errores y caeremos en la misma trampa.
Una política de habitat y vivienda es otra cosa, es mucho más amplio, que incluye también a los que ya tienen casa. Miremos la realidad habitacional que crudamente muestra hoy la TV, en todo el mundo. ¿Cómo vamos a parar la enfermedad social que tenemos? ¿El papá mercado va a solucionar el hacinamiento y la falta de oportunidades? ¿Y va a cuidar nuestra casa común? Seguro que no. El mercado solo no alcanza. El Estado solo tampoco.
Tenemos una oportunidad de construir una Política de Estado en serio, con mayúsculas. Participativa, ambientalmente sostenible y que genere mucho trabajo rápidamente. Imitemos a los horneros que en estos días están en plena obra y, en familia, hacen su nido. Poco en poco. Nunca paran, se apuran antes que llegue el invierno. Paradójicamente, en los humanos este momento de aislamiento está agravando el daño que ya tenía la economía, en todo el sector de la construcción y sus trabajadores y especialmente a las familias que no tienen casa. Que son las mas perjudicadas.
No podemos seguir esperando a que sea negocio hacer viviendas sociales. Nunca la patria contratista puso el ojo en los que no tienen casa, en los que alquilan, en los que necesitan ayuda directa de la comunidad, del Estado. Fueron simples números, estadísticas, déficits.
Para tener una política de estado en vivienda hay que pensar en todos, y todos no somos iguales. Estamos en emergencia sanitaria pero también en emergencia económica. Las dos sumadas, y desde hace mucho tiempo también. El Estado ha perdido cada vez mas su poder de modificar la realidad con su viejo formato de empresa constructora-negocio. Sin embargo los horneros siguen haciendo su nido, naturalmente. Permitamos y ayudemos a las familias argentinas para que también hagan su casa, su hogar. Para eso está la experiencia cooperativa. Mucho depende de nosotros mismos.»
Carlos Andrés Mansilla es tesorero de la Unión Cooperativa de Vivienda (Unicoop) y secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar).