“Hay un modelo de gestión que no necesariamente se basa en la competencia sino que se basa en la colaboración. Muchas veces una empresa, una fábrica, un emprendedor, solamente quiere ganarle a otro en la competencia propia del mercado. Eso no deja de ser legítimo pero exacerbar esa idea de que sólo gano compitiendo y, además, sólo gano en forma individual, es un error.
Es hora de reconocer que hay otras formas de hacer economía, de manera cooperativa, en la cual ganamos todos. En estos momentos podemos resumir la idea diciendo que nadie se salva solo y que de las crisis se sale cooperando, no compitiendo.
Miremos si no lo que ocurre con las vacunas. Los países más grandes y poderosos ya tienen suficiente para toda su población y más, mientras la gran mayoría todavía no tiene lo suficiente. Esto se puede llevar a todos los planos.
En nuestro país hay unos 18 millones de miembros de cooperativas, entre las cuales podemos contar algunas muy grandes (aseguradoras, agropecuarias, eléctricas, etc), muchas que exportan, y también hay cooperativas pequeñas y muy pequeñas, formadas a partir de la iniciativa de personas que se asocian para trabajar juntos.
En mi ciudad, Tandil, estamos viendo en estos días el progreso de una cooperativa de recicladores, por la cual hace unos años nadie apostaba. Hoy son una empresa, dando un buen servicio y, si se las potencia, este tipo de experiencias genera empleo en sectores castigados y a su vez tienen un impacto ambiental muy positivo. Hasta colabora con la educación ambiental de sus vecinos.
Si se toman en conjunto las dos grandes cooperativas agropecuarias de la zona, la de electricidad rural, un par de lácteas y la que realiza obras de mantenimiento de caminos rurales, tenemos cerca de un 60 por ciento del producto bruto agroindustrial tandilense en manos del sector cooperativo.
En algunas zonas rurales o pequeños pueblos cercanos, sin cooperativa no hay agua, telefono, TV o internet.
Hay una cooperativa que, basada en las nuevas tecnologías, está ayudando a organizar a personas que se dedican al servicio de cuidados, en este caso de niños y niñas. La tecnología al servicio del trabajo.
La cooperativa de vivienda Falucho, que ya lleva construidos barrios enteros en esta ciudad, está la construyendo las últimas 24 casas del barrio de la Asociacion Mujeres Sin Techo.
Esto tiene que ver con que las cooperativas generan desarrollo local. En Tandil, por ejemplo, todavía consumimos muchos productos, desde hortalizas hasta ropa, pasando por noticias en los medios, que vienen de otros lugares cuando acá tenemos capacidad de hacerlos. Todo importado.
En definitiva, la invitación es a ver un modelo de gestión empresarial que funciona siempre, no solamente cuando fracasa el capital o para incluir a los que están excluidos. Le sirve a los empresarios y sus empresas para crecer mas. Para lograr escala. Los cluster productivos son en realidad futuras cooperativas.
En el llamado primer mundo hay un gran desarrollo cooperativo. La nueva administración estadounidense presentó un plan de reactivación de su economía que contempla políticas de crédito federales a través del sistema cooperativo.
En Vietnam, en la otra punta del globo y con un sistema político y económico bien distinto, el gobierno también está promoviendo a las cooperativas como clave para el desarrollo del país.
En nuestro país tenemos un gran ecosistema cooperativo. Necesitamos que los gobiernos tengan una mirada abarcativa de nuestro sector, a nivel local, provincial y nacional. Y necesitamos ser parte de una gran alianza donde esté presente la economía social, el resto de las empresas y los trabajadores, junto con los Estados.
La política económica tiene que servir para que todos vivamos mejor, no para que unos vivan cada vez con más y otros con menos. Todos podemos vivir bien, tener ingresos y llevar una vida digna sin necesidad de ganarle, de sacarle o de sacrificar al otro.»
Carlos Mansilla. Tandilense. Secretario de Relaciones Internacionales de Cooperar.
Fuente: Entrevista en El ECO Tandil FM
