El plantel de la selección nacional recibió una pelota hecha por los trabajadores de la cooperativa en formación El Pase, que busca capacitar y emplear a personas privadas de su libertad.
El balón llegó a las manos del equipo argentino a través del polista Adolfo Cambiaso, embajador de la iniciativa que lleva adelante la cooperativa del oeste de la provincia de Buenos Aires, junto con la Pastoral Carcelaria y el apoyo de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (Conarcoop).
Con su proyecto de inclusión, El Pase convoca, capacita y da trabajo a los internos de la Unidad Penal 20 de Las Tunas, partido de Trenque Lauquen, que estén atravesando la última etapa de su condena y tengan voluntad de reinsertarse dignamente en la sociedad.
Quienes tienen salidas laborales asisten a un taller dos veces por semana, durante ocho horas diarias, junto a otros jóvenes. Durante la jornada cosen y pegan a mano las pelotas fabricadas en caucho vulcanizado, además de dialogar sobre cuestiones vinculadas a los valores y al respeto.
Luego de disputar la Copa 25 de Mayo, Cambiaso visitó la sede de El Pase y conoció a Martín Herrero, Paula Cardini, Ana María Hernández Gómez y a otros miembros de la cooperativa. Desde entonces es padrino y embajador de la iniciativa y fue él quien le acercó el balón a la selección nacional de fútbol.
El mejor jugador mundial de polo reconoció el esfuerzo y compromiso de quienes llevan adelante la iniciativa, mientras que la Pulga y otros integrantes de la Selección plasmaron su firma sobre la pelota como una señal de apoyo al trabajo que realizan.
El Pase, que también tiene el respaldo de la Federación de Cooperativas de Trabajo (Fecootra), está en vías de obtener su personería jurídica, luego de lo cual se postulará para ser proveedora del Estado y lograr que las pelotas sean utilizadas en proyectos recreativos de los entes gubernamentales.