“Quien funda una cooperativa cree en una forma diferente de producir, trabajar y permanecer en la sociedad”, expresó Francisco en una audiencia con miembros de la Confederación de Cooperativas Italianas, que lo visitaron para celebrar el centenario de la entidad.
“La cooperación expresa la obstinación de permanecer humanos en un mundo que quiere mercantilizarlo todo. Es derrotar la inercia de la indiferencia y el individualismo haciendo algo alternativo y no solo quejándose”, sostuvo el Papa, el sábado en el Vaticano.
Al referirse al modelo de cooperativa social como “uno de los nuevos sectores en los que ahora se concentra la cooperación”, destacó que “se logra combinar, por un lado, la lógica de la empresa y, por otro, la de la solidaridad”.
En ese sentido, se refirió a la “influencia significativa en las empresas demasiado ligadas a la lógica de las ganancias, porque las empuja a descubrir y evaluar el impacto de una responsabilidad social”.
El Papa llamó a considerar “no solo el balance económico, sino también el social”, para lo cual es necesario “responder a las necesidades de los involucrados en la empresa, así como a las del territorio y de la comunidad”.
Sin embargo, advirtió que “esta visión de cooperación, basada en las relaciones y no en el lucro, va en contra de la mentalidad del mundo”, que está “preso del frenesí de poseer y al que le cuesta caminar como comunidad”.
Las cooperativas, desde este punto de vista, son “formas alternativas de vivir en una sociedad que está gobernada por el dios dinero, un ídolo que la engaña y luego la deja cada vez más inhumana e injusta, y diría también, más pobre”.
Respecto de la trayectoria centenaria de la ConfCooperative italiana, Francisco les agradeció “todo lo que habéis logrado inspirados por el gran llamamiento de la encíclica Rerum Novarum, del Papa León XIII”.
“Vuestro modelo cooperativo, precisamente porque está inspirado en la doctrina social de la Iglesia, corrige algunas tendencias típicas del colectivismo y el estatismo que a veces son letales para las iniciativas privadas; y, al mismo tiempo, frena las tentaciones del individualismo y el egoísmo típicas del liberalismo”, concluyó.
Al comienzo de la audiencia, el Papa fue recibido por el presidente de Confcooperative, Maurizio Gardini, quien señaló: “Cooperando podemos reconstruir una cultura que nos ayude a derribar los muros de la prisión que se llama indiferencia».
“Mientras la empresa capitalista apunta principalmente al beneficio, la empresa cooperativa tiene como objetivo principal la satisfacción equilibrada y proporcional de las necesidades sociales. Ciertamente, la cooperativa también debe apuntar a producir ganancias, a ser efectiva y eficiente en su actividad económica, pero todo esto sin perder de vista la solidaridad mutua.”
“Nuestro mundo está enfermo de soledad. Por esto necesita iniciativas que permitan enfrentar junto con otros lo que la vida impone. Caminando y trabajando juntos experimentamos el gran milagro de la esperanza: todo parece posible otra vez. En este sentido, la cooperación es una forma de concretar la esperanza en la vida de las personas.”
“Es solidaridad comprometerse a dar a todo un trabajo equitativamente retribuido; permitir a los agricultores a los que el mercado ha debilitado formar parte de una comunidad que los fortalece y los apoya; a un pescador solitario unirse a un grupo de colegas; a un descargador estar dentro de un equipo, y así sucesivamente. De esta manera, cooperar se convierte en un estilo de vida.”
“Son principalmente las mujeres quienes, en el mundo global, soportan la carga de la pobreza material, la exclusión social y la exclusión cultural. El tema de las mujeres debe volver a ser una de las prioridades de los proyectos futuros en la esfera cooperativa. No es un discurso ideológico. Se trata, en cambio, de asumir el pensamiento de las mujeres como un punto de vista privilegiado para aprender a que la cooperación no solo sea estratégica sino también humana.”