

Carlos A. Mansilla
Claro que el cooperativismo se encarga de los sectores más desposeídos, los del borde y los excluidos del sistema, para quienes la única alternativa es la solidaridad, la economía social, la organización comunitaria y el orden social justo, como algunos definen a “el derecho”.
En ese sector social de la economía las cooperativas somos la columna vertebral, la medula que da sentido y organización a la vida comunitaria misma.
Sin embargo, también en las economías fuertes hay cooperativas. Hay cooperativas fuertes. Súper-empresas cooperativas. Si realmente queremos crecer hay que pensar una economía nacional “en grande”, para lo cual debemos pensar el cooperativismo “en grande”.
Nuestra experiencia en la internacionalización de las cooperativas argentinas nos demuestra que hay más cooperativas en los países que se los llama desarrollados que en los con menos desarrollo económico como los nuestros. Donde hay más desarrollo hay más y mejores cooperativas. Y muchas grandes cooperativas también.
Nosotros estamos convencidos que hay que cambiar la forma de producir y consumir, analizar, discutir y cambiar el circuito económico, no es lo mismo cualquier modelo empresarial, ni su regulación, ni su situación tributaria. Si buscamos un resultado diferente, tenemos que fomentar un modelo empresarial acorde compatible al resultado buscado. Nosotros colaboramos con una mayor democracia económica. Más participación de los productores y los consumidores, de los trabajadores y mirar el mundo desde lo local, lo territorial.
En definitiva, para lograr el desarrollo integral de las naciones es necesario que haya más empresas cooperativas, más y mejores cooperativas, y está demostrado que los Estados que así lo implementan ven los resultados. Y las familias también. En todos los sectores de la economía y en bajo todos los sistemas de gobierno. Comprobado mundialmente.
En el cooperativismo el “tamaño no importa”. Con la humildad de las cooperativas grandes y con la grandeza las chicas se logra el desarrollo verdadero. Pero si tenemos empresas cooperativas más grandes será más rápido conseguirlo. Y con mejor distribución de la riqueza local. Una economía más democrática.
Esos objetivos que el artículo 75° inciso 19 que nuestra Constitución Nacional promueve.