“Estamos en la segunda generación de personas que tienen su casa mediante la cooperativa y vamos por la tercera”, contó con orgullo Carlos Mansilla, secretario de Falucho y representante del cooperativismo de vivienda a nivel nacional en la Confederación Cooperativa (Cooperar).
El pasado 29 de octubre la Cooperativa Falucho de Vivienda cumplió 50 años, en los que construyó 3.105 hogares, uno cada seis días, en promedio. “Hemos demostrado que hay un sistema que funciona y nos gustaría que haya una política a largo plazo de acceso a la tierra y a la vivienda”, expresó Mansilla, en declaraciones al diario El Eco, de Tandil.
A lo largo de estas cinco décadas, la cooperativa se hizo fuerte en esa ciudad bonaerense, donde fue fundada en 1970 por un grupo de personas con necesidad de tener vivienda propia. “Cuando se habla de una casa modelo Falucho, el tandilense sabe que es una construcción buena y de calidad”.
Además de haber construido distintos barrios en esa localidad, también participa como empresa constructora en distintas licitaciones públicas impulsadas por el Municipio para obras como la recuperación del Teatro Cervantes. Con su modelo solidario de construcción de viviendas, Falucho se expandió también a otros lugares como la Ciudad Autónoma y el Gran Buenos Aires, Pergamino, Bahía Blanca, Necochea, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia.
Actualmente, con un proyecto de construcción de un edificio y de otro loteo en Tandil, las expectativas también apuntan a la reactivación del programa Procrear y la posibilidad de incluir a otras cooperativas. “Estamos trabajando en un plan nacional de 50 obras con cooperativas y mutuales de todo el país”, anunció Mansilla. “Cuando el país crece, la construcción crece. Por cada vivienda que se construye, se generan cuatro puestos de trabajo y otros cuatro indirectos”, precisó.