Un Plan Nacional de Vivienda Cooperativa para 2500 familias de trabajadores, a cargo de 40 cooperativas coordinadas por sus Federaciones y en base a acuerdos con los Estados a nivel nacional, provincial y municipal, es la propuesta en carpeta de la comisión de Vivienda de Cooperar, que fue trasladada a la Ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, María Eugenia Bielsa.
Autoridades de la Confederación Cooperativa participaron hace unos días de una videoconferencia con la titular de la cartera habitacional, impulsada por el presidente del Inaes, Mario Cafiero, y en la que estuvo también el nuevo directorio del Instituto. En esa oportunidad el presidente del Inaes describió la importancia de la economía social argentina y propuso avanzar en un Compromiso Nacional Asociativo para el Habitat, que coordine el trabajo de todo el sector solidario con el Estado.
Cooperar cuenta desde hace tiempo con un banco de proyectos de 40 cooperativas asociadas que disponen de tierra propia y diverso grado de avance en obras de infraestructura, para construir 2500 viviendas nuevas a partir de acuerdos con intendencias, gobernaciones y el Estado Nacional. Hay buenos antecedentes en los municipios de Tapalqué, Quilmes, Zárate y Castelli, provincia de Buenos Aires.
Entre los mensajes que los dirigentes de Cooperar le transmitieron a Bielsa está que los proyectos cooperativos de vivienda se expanden en todo el país y en todos los sectores sociales. Tanto para familias que tienen capacidad de ahorro y pago de un crédito como las que no, pero están en condiciones de aportar su propio trabajo. El plan contempla el trabajo con otras organizaciones y entidades, mutuales, sindicatos y asociaciones.
Las cooperativas de vivienda organizan la demanda, las de trabajo aportan mano de obra capacitada y fabricación de materiales en algunos casos. Las cooperativas de seguros cubren los riesgos de los emprendimientos y las de crédito –tanto cooperativas como mutuales- participarían en la financiación. Las de servicios públicos, además de brindar energía, agua, saneamiento y comunicaciones, cuentan con tierras ociosas y pueden participar en la construcción. En efecto, varias ya tienen proyectos pendientes de inicio.
En medio de la pandemia, con el brutal freno de la actividad económica que implica, las cooperativas de vivienda pueden ser un motor que reactive rápidamente algunas economías regionales y ayude a salir rápidamente de la emergencia, también canalizando pequeños créditos para mejoras en viviendas ya construidas, conexiones de servicios, veredas y pavimento. De esta manera será posible además sostener e incrementar de la mano de obra ocupada en la construcción.