Cooperativas y mutuales están a la expectativa de cómo serán involucradas en el plan Procrear, relanzado días atrás por el Gobierno Nacional.
El sector, a través de las confederaciones Cooperar, CAM y Coninagro, con respaldo del Inaes, presentó hace algunas semanas a la ministra María Eugenia Bielsa una propuesta para participar del desarrollo habitacional a nivel nacional.
“Es una excelente noticia. El primer Procrear fue muy beneficioso para las familias y ahora creemos será muy bueno también. Los anuncios van en ese camino, veremos cómo se instrumenta”, auguró Carlos Mansilla, integrante de la comisión de Vivienda de Cooperar.
En contraste con las dificultades propias de “un sistema bancario rígido que califica de forma muy exigente a las familias”, el dirigente cooperativo destacó el aporte de la economía social en tanto puede tornar más fáciles los créditos para los asalariados y trabajadores independientes con capacidad de ahorro. “Transparencia, buenos costos y federalismo. La Ministra ha sido muy receptiva. La inversión en vivienda nunca es suficiente, por eso es muy bueno aumentar los presupuestos públicos ahora. Urge empezar rápido y bien”, resumió.
Mansilla agregó que esta iniciativa debe servir a “las familias de los trabajadores, los que llegan justo a pagar un alquiler y vivir, que quieren con su trabajo educar y ver crecer a sus hijos. Para que ellos dejen de pensar que el techo propio es inalcanzable, que esas ilusiones vagabundas encuentren su arraigo”.
De acuerdo con la propuesta de la economía solidaria, cooperativas de vivienda, de trabajo, de servicios públicos, de crédito y otras podrán llevar adelante junto con las mutuales distintos proyectos habitacionales, tanto en zonas urbanas como rurales.
En la iniciativa que pusieron a disposición de Bielsa, incluyen a los estados municipales, provinciales, pymes, sindicatos y otras organizaciones de la sociedad civil como aliadas estratégicas para garantizar la participación descentralizada de la comunidad organizada en el desarrollo habitacional. Además de generar trabajo rápidamente, cuidar los recursos públicos y reinvertirlos.
En números, la propuesta es construir 4500 viviendas en una primera etapa, a través de un fideicomiso cooperativo y mutual en distintas localidades donde ya están sentadas las bases del cooperativismo de vivienda, con experiencia probada. Es decir, cooperativas y mutuales cuyos asociados ya han comprado la tierra, que ya han hecho inversiones importantes y que necesitan un crédito como los anunciados.
De este modo, se pueden crear 45 mil puestos de trabajo de forma directa e indirecta. A su vez, se pueden generar 6 mil lotes con servicios aptos para construir a través del Procrear, lo cual sumaría otros 4300 puestos laborales.