El Pacto Cooperativo por la No Violencia de Género, presentado hace dos años y que recogió adhesiones de más de 40 organizaciones, tiene ahora su continuidad con la difusión de un protocolo de actuación ante casos de discriminación, acoso y violencia.
“Consideramos necesario contar con un instrumento que permita desalentar los diferentes tipos de violencia de género y habilite un proceso creciente de debate y concientización que aporten a los cambios culturales necesarios para lograrlo”, señalaron desde el Comité de Equidad de Género de la Confederación Cooperativa.
De acuerdo con el diagnóstico, “prácticas naturalizadas o invisibles eran parte de la cultura de las organizaciones y las relaciones interpersonales constituyendo formas de destrucción de la solidaridad, los valores comunitarios y la empatía”.
El documento, aprobado por el Consejo de Administración de Cooperar en su reunión de octubre, propone una serie de acciones para que las organizaciones cooperativas lleven adelante frente a consultas o denuncias por de discriminación, acoso o violencia por razones de género.
Según estas indicaciones, se deberá actuar con celeridad, contención, escucha activa, no revictimización, accesibilidad, imparcialidad y perspectiva de género. “Se garantiza la existencia de un espacio libre de violencia para que la denuncia pueda ser realizada con toda la responsabilidad institucional necesaria”, especifica.
El protocolo considera hechos de violencia por razones de género aquellas que tengan por objeto o por resultado excluir, restringir, limitar, degradar, ofender o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos.