Con dos aspectos sobresalientes, una nueva cooperativa se constituyó esta semana en la ciudad bonaerense de Azul.
Por un lado, su origen. Está impulsada por mujeres que sufrieron violencia y quedaron marginadas sociolaboralmente.
Por otro, su objeto social. Se dedicarán a cuidar adultos mayores, en línea con la tendencia en aumento de emprendimientos asociativos para servir a personas que necesitan asistencia.
En la gestación de la Cooperativa de Cuidadoras Azuleñas estuvo la Asociación de Mujeres Maltratadas y Abusadas junto con las federaciones Fecootra y Fedecoba.
Estas dos entidades de segundo grado, asociadas a su vez a la Confederación Cooperar, vienen impulsando cooperativas sociales en distintos puntos del territorio bonaerense, con el respaldo de la Universidad de Tres de Febrero (Untref). En este caso, apoyó el proceso también el Banco Credicoop.
“El Estado ha tomado el rol de promocionarlas porque tienen que ver con problemáticas universales. El cuidado de las personas mayores no se puede desconocer en ninguna parte del mundo”, señaló el referente de Fecootra Darío Mónaco.