Mientras el Gobierno nacional evalúa de manera positiva el congelamiento de los precios de 1.432 productos de consumo masivo, distintos referentes del sector cooperativo plantean necesidades y propuestas para superar de forma estructural el problema de la oferta de bienes para la mayoría de la población.
“Tenemos una porción menor aunque no poco importante del mercado. Nuestra función ahora es ser testigos de dónde pueden estar los precios. En todo el país podemos ofrecer productos de calidad y a un precio justo”, asegura Juan Manuel Rossi, presidente de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe).
Esta entidad, asociada a Cooperar, representamos a unas 40 cooperativas agrícolas ganaderas tradicionales y a cooperativas productoras de alimentos elaborados, en ocho provincias. “Las cooperativas reinvierten el excedente y eso genera más trabajo, mejores servicios, mayor producción, siempre en el lugar de origen. La plata no se va a otro país y no va a la especulación.”
Acerca de las políticas actuales para contener la escalada de precios de los alimentos, Rossi reconoce que “es la herramienta que tiene el Estado actualmente para avanzar en una medida de coyuntura” pero advierte que “durante muchas décadas se apostó por la concentración, por acción u omisión” y que es necesario “sumar otras propuestas y otros actores.”
En concreto: “Necesitamos que haya más productos de la economía solidaria, por lo tanto queremos que haya más productores, más industria, multiplicar los mercados concentradores, las ferias, los locales de venta que impulsen a este sector. La política tiene que fortalecer, incentivar, financiar y apoyar a estos sectores.”
Fecofe reúne a pequeños y medianos productores asociados y comprometidos en prácticas de intercooperación orientadas al agregado de valor en origen y contextualizadas en procesos de desarrollo territorial rural con industrialización. Este año, además, está impulsando junto a otras organizaciones la Mesa Agroalimentaria Argentina.
Desde ese espacio, respaldaron el control de precios anunciado a mediados de octubre pero reclamaron, al mismo tiempo, acceso a la tierra, acceso a financiamiento, programas de planificación de la producción y el abastecimiento, políticas segmentadas y diferenciadas para fortalecer la producción de la agricultura familiar, campesina y cooperativa, la transición agroecológica, el agregado de valor y los corredores logísticos que garanticen precio justos para los productores y trabajadores argentinos.
“Al estar tan concentrada la producción, la industrialización y la comercialización, el gobierno siempre queda entrampado porque tiene que negociar con actores que llevan las de ganar de antemano. Algunos de ellos actúan con el claro objetivo de maximizar ganancias para llevarse la renta a casas matrices ubicadas en otros países”, plantea Rossi.
En línea con lo planteado por el presidente de Cooperar y de la ACI, Ariel Guarco, el titular de Fecofe postula la necesidad de avanzar en la democratización del sistema agroalimentario. Para Rossi, esto implica “analizar en manos de quién está la tierra, quiénes son los que producen, de qué manera lo hacen, estudiar cómo se puede producir más sano, cómo hacer una mayor rotación de cultivos e incorporar distintos sistemas, más allá del paquete tecnológico”.
El sujeto protagonista de ese proceso es la economía solidaria, de acuerdo con esta visión. “Necesitamos impulsar la conformación de nuevas cooperativas, fortalecer las ya existentes, incentivar las proveedurías mutuales, orientar el sistema financiero para que sea una herramienta de la producción, no de la especulación… todo eso debe ser política de Estado.”
«Durante muchas décadas se apostó por la concentración, por acción u omisión. Es hora de sumar otras propuestas y otros actores.”