Con guardias en las sedes luego de haber sido exceptuadas de la cuarentena, las cooperativas de crédito y mutuales de ayuda financiera trabajan en distintas herramientas de asistencia al sector pyme.
En ese sentido, la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito (FACC) está analizando junto con la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM) y el Inaes algunas alternativas que alivianen los efectos del inédito parate del mercado interno y, específicamente, en la cadena de pagos y los niveles de cumplimiento crediticio.
Otras de las herramientas que están evaluando las entidades están orientadas a inversión en tecnología para atención a asociados y préstamos a individuos para consumo.
“Estamos activos en el impulso de soluciones que permitan preservar las fuentes laborales así como el capital de trabajo destinado a sostener o reanudar el proceso productivo, procurando no afectar aún más la actual tensión en la cadena de pagos”, señalaron desde la FACC, asociada a la Confederación Cooperativa (Cooperar).
Refinanciaciones, corrimiento de plazos o nuevas asistencias, en especial en el sector alimenticio, son parte de la agenda de la emergencia. En el caso de préstamos personales, se están implementando alternativas transitorias que acerquen de forma no presencial el apoyo financiero a las familias, exclusivamente para sobrellevar el período de aislamiento sanitario.
“Históricamente, el sector del cooperativismo se caracteriza por su sensibilidad en la atención de necesidades crediticias tanto orientadas a actividades productivas como de consumo. En el contexto sanitario actual se encuentra con el doble desafío de continuar apoyando a empresas pyme o personas en sus actividades ”, subrayaron.
En la FACC aseguraron además que el objetivo es “superar con esfuerzo y creatividad los nuevos desafíos operativos generados por circunstancias extraordinarias sin antecedentes cercanos”.