Mientras los ojos del mundo están mirando cómo Argentina enfrenta la trampa del endeudamiento externo en tiempos de la globalización financiera, el presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, Ariel Guarco, señaló “las características estructurales de las recurrentes crisis financieras”, demandó avanzar en cambios de fondo en la arquitectura financiera global y consideró que “hay que crear nuevas instituciones financieras al servicio del desarrollo sostenible”.
En un nuevo artículo de la serie Principios Cooperativos en Acción, el dirigente argentino que lleva dos años al frente de la máxima instancia de organización de las cooperativas a nivel global llamó a aportar “la potencia de la organización solidaria para que el ahorro de nuestras comunidades se traduzca en desarrollo sostenible para sus habitantes”.
“La economía real está subordinada a los intereses del capital financiero”, diagnosticó, al referirse a las pequeñas y medianas empresas sin acceso al crédito, familias sobreendeudadas, bancos que desatienden la producción y se especializan en el tráfico de activos financieros de carácter especulativo.
Guarco también se refirió a la situación de los Estados condicionados por su deuda externa y desarrolló el caso argentino: “Los problemas enfrentados en la reestructuración de la deuda soberana fueron paradigmáticos a la hora de desnudar la irracionalidad de un sistema que cerraba cualquier salida sostenible a la situación provocada por los desequilibrios del mercado financiero y por las propias recomendaciones de los organismos multilaterales.”
Para contribuir a la reversión de la inestabilidad financiera global, el presidente de la ACI propuso acciones en tres niveles: “Hay que discutir la arquitectura global del sistema financiero, para que las naciones recuperen el control hoy en manos del capital financiero globalizado. Hay que lograr regulaciones en cada espacio nacional que recuperen el carácter de servicio del sistema financiero, garantizando su subordinación a los objetivos de desarrollo sostenible. Y, finalmente, hay que fortalecer a la sociedad civil de cada localidad, para que pueda reconstruir el vínculo entre el ahorro local y la inversión local, como fundamento de una economía equilibrada e inclusiva.”
De acuerdo con Guarco, las cooperativas son “las únicas empresas que por trayectoria y escala pueden impulsar esta agenda en los tres niveles”. Finalmente, aseguró que “el movimiento cooperativo está debatiendo cómo contribuye a la construcción de un sistema financiero al servicio del desarrollo sostenible”.