«Por la defensa del planeta, cambiemos con el cooperativismo las formas de producir y consumir; para una nueva economía global, construida desde los territorios y la solidaridad; por un cooperativismo integrado, al servicio del desarrollo sostenible.»
Con esas palabras cerró la declaración final de la V Cumbre Cooperativa de las Américas, que reunió durante una semana en Buenos Aires a 1500 líderes de todo el mundo, ya que participaron también referentes de otros continentes que vinieron a esta ciudad para celebrar la asamblea anual de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI).
Todas las actividades de la V Cumbre giraron sobre tres ejes: la defensa del planeta; la construcción de un sistema financiero para el desarrollo sostenible; y la integración de la economía social y solidaria para los desafíos globales. Las conferencias centradas sobre el primer eje estuvieron a cargo de la representante de FAO Eve Crowley y el documentalista alemán Valentin Thurn. Ambos valoraron el rol de la economía solidaria en la producción de alimentos, el cuidado del ambiente y la democratización del circuito de productores y consumidores.
«Ya casi no hay productores agrícolas que vendan su producto directamente a los consumidores», señaló Thurn, y sugirió que ese circuito debe ser controlado por empresas sin fines de lucro como son las cooperativas. Más temprano, Crowley subrayó que «la inclusión de la agricultura familiar en el movimiento cooperativo es avanzar hacia un sistema agroalimentario más eficiente, inclusivo y saludable».
En la siguiente jornada, hablaron el economista ecuatoriano Pedro Páez, quien advirtió que un nuevo ciclo de la deuda se cierne sobre la región. «Habrá plata para la especulación y la guerra, no para el desarrollo de los pueblos», sostuvo.
Además, señaló que 8 personas concentran la riqueza equivalente a la de 3700 millones de personas y consideró al desarrollo sostenible como algo más que el simple crecimiento económico. «Se necesitan nuevas arquitecturas financieras a nivel doméstico, regional y mundial.»
A continuación, el teólogo y filósofo argentino Eloy Mealla habló sobre la ética en la política, la economía y el sistema financiero. «Ya es hora de que la política y la economía se pongan al servicio de la vida», afirmó. Finalmente, hizo referencia a algunos puntos en común entre la doctrina cooperativa y la doctrina social de la Iglesia Católica.
En la última jornada, el representante del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) Marco Marzano de Marinis comentó que «las cooperativas agrícolas producen el 50 por ciento de lo que necesitamos para alimentarnos», por lo cual lo consideró un modelo exitoso que «necesita ser replicado a nivel mundial» con miras a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Al hablar sobre la integración de la economía solidaria, el presidente de Social Economy Europe Juan Antonio Pedreño contó que en ese continente este sector reúne a 232 millones de miembros y 14 países lo tomaron como prioridad. En España, su país de origen y donde preside la confederación Cepes, hay una estrategia nacional para la economía solidaria.
Sobre este mismo eje, el presidente del Congreso de Mondragón, Javier Goienetxea, presentó los principales retos del cooperativismo vasco y explicó que la creación de instrumentos y fondos de intercooperación hacen la diferencia en el grupo cooperativo y le permite apostar al desarrollo sostenible.
Graciela Fernández, flamante presidenta de Cooperativas de las Américas, dio la conferencia de apertura de la Cumbre. «El continente está sufriendo un desmembramiento institucional y de los organismos regionales. El cooperativismo habla otro idioma. Debemos construir capacidades compartidas», dijo.
Durante todas las jornadas se desarrollaron actividades sobre producción agropecuaria, consumo, trabajo asociado, servicios públicos, comunicación, finanzas, seguros, juventud, equidad de género, derecho, educación, vivienda, políticas públicas y responsabilidad social cooperativa.
En la previa de la Cumbre, se presentó un espacio de pensamiento y desarrollo empresarial cooperativo, denominado International Cooperative Entrepreneurship Think Tank (ICETT). «Es el conjunto de la economía social y solidaria, en alianza con otros actores, el motor principal para la construcción del desarrollo sostenible en el mundo», expresó el presidente de la ACI, Ariel Guarco.